Olla mejillones de acero esmaltado
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Ollas para mejillones de acero esmaltado en color negro, un material resistente y duradero que permite una cocción uniforme y homogénea, que es un factor básico para cocinar de forma óptima los mejillones. El acero esmaltado es ideal para soportar altas temperaturas y distribuir el calor de manera eficiente.
El acero proporciona una buena conducción del calor, mientras que la capa de esmalte proporciona una superficie lisa y no reactiva. El esmalte vitrificado, al ser antiácido, protege el acero de la oxidación y la corrosión, lo que aumenta la vida útil de la olla. Ello evita que los alimentos reaccionen con el metal, lo que es especialmente importante al cocinar alimentos ácidos o delicados como los mejillones.
Diseño profesional y fabricación robusta, con grosores adecuados para un uso profesional e intensivo. Asas reforzadas y bien ajustadas que facilitan la limpieza y aseguran su durabilidad. Los bordes superiores de las ollas para mejillones son de acero inoxidable sin esmaltar.
Cada conjunto de ollas para mejillones se compone de dos ollas superpuestas que encajan entre sí. Cuando los mejillones se sirven en la mesa, la olla inferior contiene los mejillones ya cocinados mientras que la olla superior hace de tapa. Una vez se quita dicha tapa, la misma sirve de recipiente para ir depositando las conchas de los mejillones ya vacías.
Para cocinar con las ollas de mejillones esmaltadas se utiliza el gas, la vitrocerámica o la cocina eléctrica. También se pueden usar en el horno. Durante la cocción de los mejillones, se recomienda tapar la olla inferior con la olla superior para obtener así una cocción uniforme y homogénea y, aprovechar de este modo, el efecto beneficioso de la retención del vapor dentro de la olla.
La superficie esmaltada es fácil de limpiar pues los alimentos cocinados no se adhieren con facilidad a la superficie del esmalte vitrificado.
Las ollas para mejillones tienen radios y bordes redondeados especialmente diseñados para facilitar la limpieza y evitar rincones de difícil acceso. El esmalte las protege de rayaduras y arañazos de forma eficaz.
Hay que tener en cuenta que las ollas de acero esmaltado no deben lavarse en el lavavajillas por lo que es mejor hacerlo a mano.
Después de cada uso, se recomienda lavarlas con agua caliente y un poco de jabón suave. Hay que evitar el uso de estropajos metálicos para no rayar la superficie. Una vez lavadas, es importante secarlas bien para evitar posibles oxidaciones producidas por el agua.
Antes de usar la olla de acero esmaltado por primera vez, es recomendable realizar un proceso de curado inicial. Este proceso consiste en untar aceite en la superficie y calentarla hasta que el aceite se impregne.
Es recomendable evitar cambios bruscos de temperatura, como pasar la olla caliente directamente al agua fría, para prevenir el agrietamiento del esmalte.
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